una estancia inolvidable con un desayuno delicioso y un personal siempre amable

La ubicación cercana al puente de la capilla y la estación de tren hizo nuestra visita increíblemente conveniente. Disfrutamos de un baño caliente luego de un día explorando Lucerna, y el mini bar era un agradable toque. Las habitaciones eran acogedoras y limpias, y el desayuno era simplemente espectacular, con una variedad de delicias europeas. Esta experiencia se vio realzada por el personal amable que siempre estaba dispuesto a ayudar. Me encantó volver a la habitación cada noche después de un día de turismo.

Una vista espectacular desde la habitación

La ubicación del hotel fue increíble, a pocos minutos de la estación de tren y cerca de la hermosa Kapellbrücke. Cada mañana, el desayuno era un festín de frutas frescas y deliciosos pasteles que nos llenaban de energía para el día.

Sin embargo, la habitación era un poco pequeña, lo que dificultaba el movimiento para dos personas. Además, el aire acondicionado no era eficaz y pasamos algunas noches más calurosas de lo que esperábamos.

la ubicación es muy buena y puedes caminar fácilmente a todas partes. el aire acondicionado no funcionó bien en días calurosos.

La ubicación es inmejorable, a solo pasos del Puente de la Capilla, lo que facilita explorar la ciudad. Las instalaciones tienen un toque moderno y están bien equipadas, desde minibar hasta una gran televisión.

Las habitaciones son un poco ajustadas. en mi caso, la Deluxe Double Room me pareció pequeña para dos personas, y el espacio para moverse es limitado. El baño tiene un inodoro pequeño en un lugar incómodo. Además, el desayuno cuesta 30 euros por persona, un precio bastante elevado en comparación con opciones más económicas en los alrededores.

Lucerna es un deleite gastronómico y el Ameron no defraudó. Tienen un minibar gratuito que es un golazo, sobre todo cuando el agua embotellada te clava 5 euros. Además, probar la comida en el Restaurant Rathaus Brauerei Luzern, a un paso, fue todo un festín de cervezas artesanales y platos locales. valoro el detalle de la botella de agua gratis cada día, muy necesario en esta ciudad costosa.

Una pequeña decepción fue que no tienen tetera en la habitación, así que al pedirla, llegaron solo con el aparato. Tuve que buscar una taza y un té por mi cuenta, lo que le quita brillo a la experiencia. Pero la vista desde la ventana y el minibar gratuito compensaron bastante.

La ubicación es inmejorable, a solo pasos del Puente de la Capilla, lo que facilita explorar la ciudad.

El desayuno cuesta 30 euros por persona, un precio bastante elevado en comparación con opciones más económicas en los alrededores.

El wi-fi es muy rápido y el personal guarda las maletas sin problema. Mal el aire acondicionado.

Mi estancia fue muy agradable, destacando la limpieza impecable de las habitaciones y la amabilidad del personal. Aunque el aire acondicionado no funcionaba como esperaba, la cercanía al centro y al transporte público hizo que pudiera disfrutar de Lucerna al máximo. La experiencia del minibar gratuito fue un detalle que aprecié mucho.

Este lugar me queda perfecto, ofrece wi-fi, aire acondicionado, y un bar acogedor. Recuerdo que en mi primera visita, el personal tuvo una dulce actitud hacia mis padres ancianos. ¡Volveré para una escapada romántica!

La habitación Deluxe era acogedora, las camas súper cómodas y tenía una cafetera Lavazza, lo cual es un plus. genial que había minibar incluido y agua gratis todos los días, ¡especialmente en Lucerna donde el agua embotellada es carísima! Aunque el baño era un poco pequeño y el inodoro estaba en un lugar raro, en general, la experiencia fue buena.